Me pidieron esta tartita para Izan en sus tercer aniversario de bizcocho de chocolate con nata de vainilla y que rica, se la comieron al día siguiente pues en el sitio que estábamos no pudimos comerla, eso no evitó que los peques le metieran la mano a algunos muñecos.
Al final no sobrevivió como debe de ser, una tarta siempre tiene que ser devorada!!!
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