Ingredientes
- 135 gr de azúcar moreno molido (Con la miel en polvo subir a 150gr)
- 40 gr de miel en polvo-75-80gr de miel liquida
- 200 gr de mantequilla
- 1 huevo M
- 400gr de harina
- 1 cucharadita de leche
- 1 cucharadita de nuez moscada (opcional)
- 2 cucharaditas de canela
- 1 cucharadita de jengibre
- ½ cucharadita de pimienta
- Pizca de sal
Al lío:
Primero
tamizamos bien todo el azúcar moreno molido, si bien no lo hemos
podido moler (lo hice con la ayuda de la termomix de mi madre, la
tuve a la pobre moliendo tres kilos!!!) se puede usar el azúcar sin
moler pero es mas áspero quedan mucho más finas en textura usando
el azúcar molido.
En una de las
recetas en las que me he basado para hacer estas galletas es del blog
mensajeenunagalleta.blog, pero
la he modificado a mi gusto ya que tan especiadas
no me gustan demasiado. En
otras recetas le añaden una pizca de clavo molido pero en estos
casos he visto que le echan menos jengibre me imagino que por el
sabor tan fuerte que le da.
Una vez
tamizado el azúcar lo mezclamos con la mantequilla que debe estar a
temperatura ambiente, textura pomada, para que se integren bien.
Añadimos la cucharadita de leche. A mi me gusta mucho porque en mi
opinión le da suavidad a la masa. Seguidamente añadimos el huevo y
esperamos a que la mezcla quede bien homogénea. Me ayudo con la
batidora de varillas para estos pasos hasta antes de echar la harina,
la pobre no tiene mucha potencia y ese paso me toca a mano.
Le añadimos
la miel si es líquida un poco más si es en polvo menos cantidad ya
que está concentrada.
Añadimos
todas las especias, la canela, la pimienta ( reduje la cantidad y aun
así tenía su toque picantito al final ya que el jengibre también
le da
alegría), la
pizca de sal y la nuez moscada si se quiere y el
jengibre por supuesto porque sino ¿qué galletas serían??.
Ahora viene
lo doloroso en mi caso, añadir la harina que también previamente he
tamizado. Lo hago en dos o tres partes porque cuesta lo suyo
integrarla, al principio con la espátula se puede pero acabo echando
la masa al tapete y amasar a la antigua usanza.
Pues la masa
ya está. La cubrimos con film y la dejamos reposar mínimo una hora
en la nevera. Yo la suelo dejar toda la noche y trabajo con ella al
día siguiente.
La extendemos
con ayuda de un rodillo hasta que tenga un grosor de 0,5mm, ya que
sea más o menos gordita va en gustos, más fina se puede romper con
facilidad, más gordita necesita más tiempo de horneado. Lo
bonito es usar cortantes
de niño o
niña es la típica galleta de jengibre pero por poder se puede usar
cualquier cosa para darle una forma concreta, vasos para redondas o
de formas cuadradas o
incluso una plantilla que me hice para la casita con una hoja
cuadrículada.
Precalentamos
el horno a 170º y las metemos 15 min. En realidad debéis recordar
que cada horno es diferente y debéis tomar este tiempo orientativo,
el momento de sacarlas del horno cuando se empiezan a dorar por los
bordes y cuando la apretáis con el dedo en el centro esta aún
tierna. Pero no debéis levantarla de la bandeja de horno, esperad a
que esta enfríe sobre la misma bandeja.
La
decoración la hice con glasa real pero eso será otro capítulo.
Que os aproveche!!!
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