Le hice a mi primi Eva la única tarta que les faltaba por probar, la famosa Red Velvet, que o bien te encanta o la aborreces con ese frostin de queso. A mi personalmente me encanta un poco más empalagosa de las que suelo hacer pero muy muy sabrosa por probar otros sabores.
Y como nos llevó al campo a celebrar su cumpleaños pues que temática mejor que las amapolas, tenía ganas de hacer flores y más flores de azúcar y contando con la de pétalos que hay que hacer al final salieron siete en total, así cambiamos de las típicas rosas.
Por cierto esto de ser yo quien hace las tartas soy la más esperada de la fiesta jajaja y me hago esperar jijiji
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