Por fin llegó el calor y con el calor los heladitos, me pidieron expresamente a las cuatro chicas comiendo heladitos...y cosa mía llenar de helados la tarta.
Los helados están hechos de mi chuche favorita nubes caseras...no hay nada mejor y los sabores de la tarta de bizcocho de chocolate que tanto furor causa y nata de vainilla.
Fue la tarta más accidentada que he podido tener porque entre bizcochos y montarla mientra estos se enfriaban el bote de colacao decidió suicidarse, llevandose mi dedo de por medio y cuatro puntos en el meñique, pero eso no impidió que consiguiera acabarla, gracias a dos pinchotazos de anestesia que me dejaron la mano tonta durante casi 20 horas, y con una mano izquierda pluriempleada, bien tapadito el corte conseguí acabarla con dos horas y media de retraso.
Muchas gracias a Mariano por su paciencia y por la cervecita que nos tomamos con anécdota incluída.
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